La noticia de la delegación de El Mundo de León ha provocado consternación entre los profesionales de la información, que ven como se agranda aún más la lista de parados, y supone también un duro golpe a la libertad de expresión. La concurrencia del mayor número posible de medios de comunicación es la única garantía de salvaguarda de uno de los derechos fundamentales de los españoles, como es el acceso a la información. Por eso, cuando un medio de comunicación cierra se mutila una parte de la sociedad.
La APL lamenta que El Mundo de León no haya podido superar la crisis económica que sufre España y de forma especial las empresas de comunicación. Once trabajadores de plantilla y cinco colaboradores venían manteniendo un esfuerzo titánico por salvar un medio, como tantos otros, deficitario por razones de mercado. El excelente trabajo que venían desarrollando estos compañeros, con tesón, conocimiento y pericia, no ha sido suficiente para mantener a flote un periódico que inició su andadura en su formato actual hace cuatro años. Con anterioridad, El Mundo había registrado una fructífera andadura fusionado en León con La Crónica.