Con paraguas, chubaqueros y Katiuskas aguantaron el chaparrón el medio centenar de personas que se concentraron este mediodía en la Plaza de Botines de la capital leonesa en protesta por el impago de los salarios del empresario propietario de La Crónica. Los trabajadores de esta empresa de comunicación se volvieron a concentrar por segundo día consecutivo, acompañados de otros profesionales del sector. Una protesta en la que portaban una pancarta que exigía soluciones para evitar el cierre del periódico que hoy no se ha publicado, por segunda ocasión en sus casi 27 años de historia, la primera vez que sucede por culpa de un conflicto sociolaboral que sufren los casi cuarenta empleados.
Una jornada negra para el periodismo después de conocer que Radio y Televisión Castilla y León ha prescindido de otros 17 profesionales este jueves en su sede de Valladolid.
Por otro lado, la FAPE se suma a la Asociación de Periodistas de León en su apoyo a los trabajadores de La Crónica de León, que esta mañana han iniciado tres jornadas de huelga como medida de protesta por los continuos retrasos e impagos que sufren en sus nóminas desde hace tres años y medios.
En concreto, la empresa adeuda a la plantilla una media de 8.000 euros por trabajador lo que ha provocado situaciones delicadas e incluso el que algunos empleados estén sufriendo penurias económicas.
La FAPE recuerda que la precariedad económica a la que se enfrentan los profesionales es uno de los peores enemigos de la libertad de expresión y de prensa, y, una vez más, lamenta la falta de sensibilidad de algunos propietarios de medios de comunicación que actúan como si trabajaran con cualquier manufactura, pese a que lo estén haciendo con una materia tan sensible como es el derecho de los ciudadanos a la información veraz.
La FAPE hace un llamamiento a los editores de La Crónica de León para que solventen la grave situación a la que han abocado a los trabajadores de una cabecera que lleva en la calle desde hace más de 26 años y cuyos profesionales han seguido dando información puntualmente a los leoneses, a pesar de las nóminas que se les adeudan y de la congelación de su salario.