La Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) ha recibido quejas por el tratamiento que se ha realizado en las informaciones del accidente ferroviario, ocurrido el pasado miércoles en Santiago de Compostela y en el que han fallecido 79 personas, aunque la Federación ha considerado que, en general, la cobertura de los medios se ha hecho «bastante bien».
Así lo ha señalado este lunes, en Santander, la presidenta de la FAPE, Elsa González, quien, en declaraciones a la prensa con motivo de su participación en la Escuela de Periodismo ‘Juantxu Rodríguez’ de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
González ha explicado que las quejas recogidas se deben a que, en ocasiones, el tratamiento de las víctimas «no ha sido excesivamente digno», así como por la publicación de «imágenes morbosas y virulentas» en las que algunas personas han reconocido a sus familiares en las portadas de los periódicos.
La presidenta de la FAPE ha manifestado que los periodistas tienen que «hacer un plus de responsabilidad» para respectar los derechos al honor, la intimidad y la dignidad de las personas y «más en un momento especialmente delicado» como ha sido el descarrilamiento del tren Alvia en la localidad compostelana de Angrois.
Y es que, en esas circunstancias, los ciudadanos «no tienen armas para defenderse» y se encuentran en una «situación de inferioridad absoluta» y los periodistas, ha afirmado, actúan «bajo presión», de forma «instantánea» y «sin tiempo para reflexionar». «De ahí que sea capital actuar con conciencia y con ética», ha dicho.
Si bien, los periodistas tienen que saber compatibilidad el derecho a la información de la sociedad con los derechos al honor, la intimidad y la dignidad de los ciudadanos, entre los que «hay una línea roja muy fina» que obliga a los reporteros a ser «muy cuidadosos y muy pulcros» y no se pueden permitir «el lujo» de saltarse la «ética». «La ética es fundamental porque de ella depende la credibilidad y si nos saltamos la ética, perdemos la credibilidad», ha indicado.
LOS PERIODISTAS TAMBIÉN SE HAN QUEJADO
Entre las quejas que ha recibido la FAPE también hay algunas de los propios periodistas referidas a la falta de recursos a la hora de dar cobertura a este suceso, por el que todavía hay ingresados 70 heridos de los que 22 están críticos y por el que el Gobierno decretó tres días de luto nacional.
En este punto, González ha recordado que la situación de la profesión en estos momentos es «la más difícil» de la historia del periodismo por «el paro y la precariedad», así como porque, en general, los medios de comunicación no cuenta con el «número suficiente» de redactores.
Además, faltan figuras de «redactores experimentados, con agenda y bagaje» para reconocer «hasta dónde puede llegar» con una noticia porque en «gran parte de los casos» éstos han desaparecido de las redacciones, ha asegurado la presidenta de la FAPE, que ha lamentado que la falta de éstos hace que los jóvenes que empiezan se encuentren «completamente desabastecidos» y «sin recursos de experiencia».
«Se ha roto la cadena de aprendizaje en los medios y no hay referencia, un redactor con peso específico que pueda orientar en el oficio a los jóvenes», ha lamentado González, que ha defendido que esa figura es «fundamental».