El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha alertado este martes de que Siria «es un lugar extremadamente arriesgado para la prensa», tras la desaparición en los últimos días de tres periodistas españoles y un japonés.
«Los medios están en manos de todas las partes en el conflicto, que han mostrado continuamente no sólo una indiferencia hacia los derechos de los civiles, sino un deseo de usar a los periodistas para sus mortíferos propósitos», ha dicho Sherif Mansur, coordinador del programa del CPJ para Oriente Próximo.
Los periodistas españoles Antonio Pampliega y Ángel Sastre y el fotoperiodista José Manuel López, desaparecidos en la ciudad de Alepo desde el pasado día 13 de julio, son experimentados ‘freelance’ que trabajan para diversos medios.
Días antes se informó de la desaparición del periodista japonés Jumpei Yasuda, quien viajó por su cuenta y quien ha dejado de estar activo en la red social Twitter desde el 20 de junio, cuando dijo que informar desde el norte de Siria era cada vez más peligroso.
La cadena de televisión estadounidense CNN ha citado a un amigo del periodista que dijo que la última vez que tuvo contacto con él el 23 de junio, cuando aseguró que planeaba entrar en Siria a través de la frontera con Turquía.
Siria ha sido el país en el que se han registrado más muertes de periodistas en los últimos tres años. Si bien la mayoría son periodistas locales, al menos doce corresponsales internacionales han fallecido en el marco del conflicto.
Asimismo, el CPJ ha indicado que más de 90 periodistas han sido secuestrados en el país desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, resaltando que alrededor de 25 continúan en paradero desconocido