El jurista, escritor y catedrático de Derecho en la Universidad de León (ULE), Francisco Sosa Wagner, participó en un encuentro de la Asociación de Periodistas de León (APL) en el que dio a conocer algunas pinceladas del contenido de su último libro, titulado ‘La independencia del juez: ¿una fábula?’. En él aboga por “cambiar o suprimir” el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que a su juicio es “un órgano fallido” además de una institución “que no es obligada” y que no existe en muchos países, sino que son los propios Ministerios quienes se encargan de sus tareas. Además, propone que se suprima la discreccionalidad en la designación de los cargos en los órganos judiciales y que ésta se haga “por sorteo” para evitar “el tejemaneje de los partidos políticos”.
Sosa Wagner recordó que en este libro hace un repaso por las figuras judiciales, desde los jueces y magistrados pasando por el Ministerio Fiscal hasta llegar al Tribunal Constitucional. A su juicio, el debate sobre la composición del CGPJ está “mal enfocado” y se dirige “a un objetivo equivocado”. Para despolitizar la Justicia en España, Sosa Wagner entiende que hay que conseguir que los altos cargos del órgano judicial estén designados “de manera libre” mediante el establecimiento de una carrera funcionarial. “Para eso no hay que modificar la Constitución, solo un birrioso decreto para poner fin a esta problemática”, puntualizó.
También habría que evitar “las puertas giratorias entre la Justicia y la política” mediante la modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Y, por último, habría que suprimir a los magistrados elegidos por los órganos autonómicos “que se encargan de elegir los posibles delitos de los aforados” algo que para Sosa Wagner tiene “mala pinta”, declaró. “Si se modifican estos asuntos, habríamos dado un paso importante que se puede hacer fácilmente”, añadió.
Sobre los fiscales, Sosa Wagner abogó por cambiar el estatus del fiscal general del Poder Judicial y “reforzar” no solo la independencia de los fiscales, sino también la autonomía funcional. “El poder judicial independiente no ha existido nunca y por eso hay que olvidarse de ello”, declaró el catedrático. “Lo importante para la independencia el juez es que sean independientes como figuras particulares” y para ello su estatus “tiene que estar todo regulado por la ley”.
El jurista y escritor recordó que de los alrededor de 5.000 jueces que hay en España, la mitad de ellos no pertenecen a ninguna asociación, si bien puntualizó que son dos asociaciones las que “cortan el bacalao” y aglutinan a alrededor del 30 por ciento de los jueces. “Un magistrado no merece la humillación de pasar por las horcas caudinas de un par de asociaciones judiciales”, sentenció