«Pocas industrias han sido tan afectadas por la era digital (…) como los periódicos y los otros sectores editoriales», resumió el Departamento de Trabajo, que publicó esas cifras el lunes. Son abrumadoras. 317.600 empleos de los 594.400 con los que contaba la prensa impresa estadounidense, diarios y revistas, desaparecieron entre marzo de 1991 y marzo de 2016. La dimensión de este fenómeno estaba camuflada por el mantenimiento de la mayoría de los medios, pues el número de diarios ha disminuido solo un 16% en estos 25 años. Al mismo tiempo, los medios digitales crearon 169.300 empleos, o sea una pérdida neta de 148.300 puestos de trabajo en total para toda la prensa escrita. Numerosas profesiones sufrieron y hasta desaparecieron, sobre todo en cuanto a la diagramación y la impresión. «No se necesita tanta gente para escribir, editar, diagramar y publicar un artículo», explica Gordon Borrell, director general de la firma Borrell Associates. Además, los puestos de periodistas creados por las páginas de noticias muchas veces no han sido ocupados por quienes dejaron la prensa escrita. «La eliminación de los puestos de trabajo tenía el fin de desvincular a los más viejos y con los sueldos más altos», subraya Rick Edmonds, especialista en economía de medios de comunicación del instituto independiente Poynter.
Sin embargo, agregó, la experiencia no ha sido tomada en cuenta durante mucho tiempo en internet, donde los valores fundamentales eran la juventud, la sensibilidad tecnológica y el costo. «En cierta medida, buscábamos características diferentes y personas diferentes» de quienes sólo conocían el papel, resume Edmonds. La experiencia era menos buscada pues la escritura, la diagramación y la edición del texto para una web no tenían la misma importancia que para el papel, agrega. Para Edmonds, sin embargo, la concepción de la información en línea continúa evolucionando.
«Desde el año pasado, hubo un viraje hacia la idea de que es más importante tener un buen periodismo que solamente una manera eficaz de atraer gente». De forma general, tanto los medios de información impresos como los digitales avanzan a tientas, considerando tanto el plano editorial como el económico, buscando un modelo que sea viable. Mientras tanto, del lado del papel la purga continúa.
El diario estadounidense The New York Times despidió recientemente muchos empleados y otros sitios como Vice y Mashable, que venían teniendo buenos resultados, también redujeron su número de efectivos. «Ciertos sitios que crecieron extremadamente rápido en sus inicios no alcanzaron sus objetivos. (…) Entonces deben ajustarse», analiza Rick Edmonds. Según Gordon Borrell, para los medios que vienen del papel y que desarrollaron una presencia en internet, se acerca la hora de un cambio estratégico. Los ingresos publicitarios de los medios impresos, que están ya en su nivel más bajo desde 1980 según la Asociación Estadounidense de Periódicos (NAA), se estima que continuarán descendiendo este año, y va a haber que salir entonces a buscar anunciantes en internet, prevé el consultor. Actualmente, la publicidad digital representa apenas una fracción de los ingresos obtenidos del papel (21%), según la NAA (cifras de 2014)
. La transición va a ser difícil, anuncia Borrell, y provocará la desaparición de varios medios impresos. «Estimo que esto ocurrirá en dos o tres años», expresó. Para el experto, el desafío esta ahí más que en el pago de suscripción por el servicio en línea, que es y seguirá siendo una parte muy marginal de las ganancias. Lo que más le inquieta son los periódicos locales, que representan la gran mayoría de la oferta estadounidense. Los medios nacionales o internacionales tienen otras perspectivas. El empleo continuará bajando en el sector de la prensa en papel, aunque sea a un ritmo menos sostenido, anticipó Rick Edmonds, que espera sin embargo que continúe paralelamente el crecimiento en internet.