La obligatoria ausencia de Lilian Tintori en la recogida del I Premio Palabra se erigió en protagonista de un acto reivindicativo con la libertad y la democracia en Venezuela. Pese a la prohibición de abandonar su país, la activista venezolana estuvo presente en la entrega de su galardón a través de videoconferencia. «Desde 2014 decidí que mi palabra es la palabra de Leopoldo López, mi esposo, y que representa a los 317 presos políticos que quedan en Venezuela», dijo. «Me he dedicado a ser la voz de esos presos y de los venezolanos que queremos un cambio. A denunciar la crisis, la emergencia humanitaria que vivimos, el hambre, la falta de medicinas y de médicos… Y por eso a mí también me silencian, me quitaron el pasaporte y no me dejan salir del país, por eso no puedo estar ahí con ustedes».
Tintori, que afirmó que este galardón es, más que un honor, un compromiso que la obliga a seguir luchando, dedicó el Premio «a los que me motivaron a que tomara la palabra por ellos», y agradeció a España y a sus periodistas que «repliquen al mundo entero» sus denuncias y reivindicaciones, logrando que se conozca la verdad de Venezuela en el mundo.
«Desde Caracas seguimos luchando y resistiendo y seguiremos siendo la voz y la palabra de la dignidad y de la democracia que vamos a rescatar», afirmó.
En representación de Lilian Tintori, Antonieta Mendoza y Leopoldo López, sus suegros, recogieron el Premio. Muy emocionados y manifiestamente orgullosos, ambos calificaron a su nuera como una luchadora incansable por la libertad, no sólo de su marido, sino de todos los presos políticos venezolanos. «Lucha porque todos tengan los derechos y la igualdad que se merecen», aseguró López.
El premio Palabra, que promueve la Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) con el patrocinio de la Fundación César Egido Serrano, busca reconocer y premiar a personas o instituciones, nacionales o extranjeras, que se hayan destacado, a través de la palabra, en fomentar la convivencia, la justicia o el desarrollo social y cultural, bien a través de los medios de comunicación o de cualquier otro medio de difusión.
Un jurado presidido por Elsa González, presidenta de la FAPE, y compuesto por los periodistas Joaquín Muller-Thyssen, director general de Fundéu BBVA; Marisa Ciriza, vicepresidenta de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo; José Oneto, analista político; Jesús Picatoste, secretario general de la FAPE; y Carmen Pérez de Armiñán, ex decana de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, decidió, por unanimidad, otorgar el I Premio Palabra, dotado con 10.000 euros, a Lilian Tintori «en reconocimiento al uso de su voz como única y mejor acción en defensa de la justicia y al recurso de la palabra, siempre firme y arriesgada, como compromiso definitivo por la democracia y por la paz».
Tras la bienvenida a cargo de Santiago Miralles, director general de la Casa de América, la presidenta de la FAPE y del jurado, Elsa González, fue la encargada de conducir el acto de entrega del Premio, que se hizo coincidir en el tiempo con el Día Internacional de la Palabra, el 23 de noviembre. González afirmó que, con este galardón, se homenajea a una mujer cuya voz impide que los gobiernos que quieren secuestrar la palabra consigan su objetivo, sacando a la luz la realidad que se quiere ocultar. «Rescatar la palabra y divulgarla llena de contenido ha sido nuestra intención con este premio», añadió.
González exigió de los periodistas que no sean meros espectadores de la historia y que se comprometan con los problemas de nuestro tiempo. «No escondamos la cabeza bajo el ala de la indiferencia y de la equidistancia», dijo. Desde la autocrítica, reconoció que los medios conceden, a veces, la palabra a quienes no tienen nada que decir y se la niegan a quien tiene mucho que aportar, y afirmó que trabajar por la transformación social desde el mundo mediático no sólo constituye una obligación moral sino que debe ser un objetivo profesional.
Por su parte, César Egido Serrano, presidente de la Fundación que lleva su nombre y patrocina el Premio Palabra, destacó que, con la entrega de este galardón, se hace un doble homenaje «a todos los prisioneros que en Venezuela luchan por la libertad con la palabra, y a Lilian Tintori». Egido recordó también que, cuando en 2009 se creó la Fundación que preside, se hizo con el objetivo de promover la palabra como herramienta para la resolución de conflictos. «Es una utopía, pero una utopía hermosa, y cada vez somos más los que nos sumamos a ella».