Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras de León, Arturo Fernández Rodríguez e Ignacio Fernández Herrero , miembros de la Junta Directiva de la Asociación de Periodistas de León (APL), que preside Fernando Aller, han mantenido esta mañana una reunión en la sede sindical.
El encuentro ha tenido como objetivo establecer un primer contacto ante la preocupante situación que vive el sector y que afecta tanto a los profesionales de la comunicación en las empresas privadas como en otros ámbitos profesionales del sector público. Tras las últimas elecciones ocho periodistas han perdido el empleo que mantenían en diversas instituciones públicas de la provincia.
En las empresas privadas la situación se relaciona de forma más directa con la crisis económica que atraviesa el sector, si bien en algunos casos esa ha sido únicamente la excusa para justificar recortes tanto sociales como de carácter salarial. Los representantes sindicales y de la APL se comprometieron a realizar un seguimiento de la situación laboral del sector, al tiempo que demandan a los poderes públicos y a los empresarios respeto y colaboración en la tarea de informar.
“La práctica mercantil no ha de obviar el deber que se corresponde con el derecho constitucional de los ciudadanos a recibir información veraz, de calidad”, según se puso de manifiesto en el encuentro.
La precariedad en el empleo y las malas condiciones económicas son problemas que afectan actualmente a una parte importante de los periodistas, en unos casos porque las empresas están siendo afectadas con dureza por la crisis económica y en alguna otra circunstancia porque constituye una excusa para adelgazar plantillas y realizar recortes sociales y económicos.
Como consecuencia, se registra en muchos centros de trabajo una sobrecarga laboral, con responsabilidades que asume el empleado y que no le corresponden. Esto conduce a una situación de estrés para el trabajador que merma la calidad del producto.
La APL puso de manifiesto que existen situaciones que rozan la ilegalidad: licenciados que tienen contratos como auxiliares de redacción, contratos indignos a través de productoras, jornadas laborales reales muy por encima de las horas que figuran en los contratos, becas de formación que en realidad suministran trabajadores gratis…
El problema es más grave porque no existe un convenio colectivo común, lo que provoca que la situación no sea igual en todas las empresas y que existan diferencias más que notables, alarmantes. Ante esta situación, los sindicatos y la APL hacen un llamamiento para que se corrijan las injusticias que pudieran existir al tiempo que se demanda a las empresas que mantengan el compromiso social del que son depositarias.