A menos de una semana de la huelga general convocada para el 29 de setiembre, sindicatos y empresarios debatieron cara a cara sobre las consecuencias de la medida, en una nueva edición del Foro Periodístico Quevedo, organizado por la Asociación de Periodistas de León, la agencia EFE y Paradores.
Fue un debate respetuoso, pero no exento de fuertes cuestionamientos por ambas partes. Participaron Ignacio Fernández, de Comisiones Obreras, Arturo Fernández, de UGT León, Roberto Rabanal, miembro del Comité de Empresa de Coto Minero Cantábrico, Javier Cepedano, presidente de la Federación Leonesa de Empresarios y Nuria González Rabanal, decana del Colegio de Economistas de León.
Cada uno de los integrantes defendió su postura respecto de la huelga general, haciendo hincapié en el respeto tanto al derecho de hacer huelga, como de no hacerla.
Cepedano puntualizó que no se trata de una ‘huelga contra los empresarios, sino contra el Gobierno, contra un Real Decreto’ y adviritó sobre las ‘amenazas’ efectuadas por los representantes sindicales sobre ‘piquetes y destrozos’. También indicó que la huelga le costará 22.5 millones de euros a la provincia de León.
Ignacio Fernández, por su parte, indicó que siempre se debaten ‘reformas laborales, pero nunca el modelo productivo de España, que es la verdadera madre del cordero’, mientras que Arturo Fernández, de UGT, añadió que lo que se pretende es demonizar a los sindicatos de clase trabajadora, cuando lo que están haciendo es defenderse de un ‘recorte brutal’ a los derechos de los trabajadores, mientras que ‘ningún recorte afecta a los empresarios’.
Por su parte, la decana del Colegio de Economistas hizo una lectura estructural del problema, que enfrenta a Gobierno y trabajadores, considerando que la huelga llega quizá a destiempo, cuando ‘muchas familias no se pueden permitir perder un día de salario’.
Minería
Un capítulo especial del debate estuvo destinado a la crítica situación que atraviesa la industria minera española, con importantes efectos en una provincia como León. Los cinco ponentes coincidieron en que nunca se ha debatido ‘un modelo energético’ para España, desde donde se deriva los actuales problemas de supervivencia del carbón como fuente de producción de energía.