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Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de Periodistas de Valladolid (APV) condenan la expulsión de Marruecos de los periodistas José Luis Navazo y Fernando Sanz,director y delegado en Madrid de Correo Diplomático. Se da la circunstancia de que Sanz, que además es el secretario general de la mencionada organización profesional vallisoletana, estaba informando en los últimos tiempos en el diario digital sobre la tensa situación que se vive en el Rif y las  numerosas protestas que reivindican mejoras e inversiones en esa zona del norte  del país alauita.

Los hechos, según informa el propio Correo Diplomático, sucedieron ayer a las 20:00 hora local, cuando tres agentes de paisano de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) se presentaron en la residencia familiar tetuaní del director de ese medio de comunicación, pidiéndole a él y al delegado en Madrid del periódico que les acompañaran, siendo trasladados en un coche, sin distintivos, a la comisaría Central de Tetuán situada al lado de la Wilaya (Gobernación Civil).

Tras una hora en la misma y sin ser interrogados, les trasladaron en el citado vehículo hasta el paso fronterizo del Tarajal, en Ceuta, informándoles de que su destino era la frontera, en la que, tras sellar sus pasaportes, les acompañaron hasta el lado español,  expulsándoles del país sin darles ningún tipo de explicación y con lo puesto, quedando todo su material de trabajo en Tetuán.

Los dos periodistas de Correo Diplomático, que han destacado que, en todo momento, la Policía marroquí actuó con la máxima corrección, e incluso con cortesía, han dado parte al responsable de la Policía Nacional en el Tarajal de su expulsión del Reino de Marruecos.

La FAPE y la APV quieren hacer pública su condena antes esta expulsión y piden al ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso María Dastis, que exija las oportunas explicaciones a su homólogo marroquí respecto a las razones que han motivado la deportación de ambos periodistas.

La FAPE ya ha denunciado en anteriores ocasiones la vulneración constante de sus derechos que padecen muchos periodistas al ejercer su trabajo en Marruecos, especialmente en los últimos tiempos, con detenciones arbitrarias y condenas a prisión para varios profesionales de la información en un intento de acallar las numerosas protestas que reivindican mejoras de las infraestructuras públicas e inversiones en la zona del Rif.

La FAPE y la APV advierten al Gobierno de Marruecos que un país que pretende ofrecer al mundo una imagen democrática difícilmente va a conseguirlo cercenando la libertad de información y de expresión. La expulsión de reporteros de su territorio nacional, lejos de conseguir silenciar los hechos acallando a los mensajeros, los periodistas que dan a conocer el mundo la situación que vive el Reino alauita, provoca el efecto contrario y motiva la reprobación y condena unánime por parte de los estados democráticos, sus instituciones, organizaciones y ciudadanos.

La FAPE y la APV  asumen desde hace décadas los principios de la libertad de prensa como baluarte para la democracia y como cimiento para el desarrollo civilizado de la sociedad, valores que no se están respetando en Marruecos. Ambas organizaciones recuerdan que sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia.