En la festividad de nuestro patrón (san Francisco de Sales) la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reclama la máxima transparencia por parte de las administraciones a la hora de informar sobre el desarrollo del plan de vacunación contra el coronavirus y del estado general de la evolución de la pandemia.
Dicha transparencia es la base fundamental para evitar que la desinformación, desplegada en bulos, mentiras y medias verdades, lleve a los ciudadanos a adoptar decisiones erróneas y a desconfiar de los gobiernos, de los científicos y de los medios.
Los periodistas, por nuestra parte, debemos reforzar los sistemas de verificación de las noticias para que llegue al ciudadano una información en la que puedan confiar porque ofrece respuestas fiables a las preguntas, dudas y recelos que causa la desinformación.
La FAPE insta también a las administraciones a facilitar el trabajo de los periodistas y fotorreporteros levantando los obstáculos al libre ejercicio del periodismo para que puedan garantizar adecuadamente el derecho de información de los ciudadanos.
En paralelo, solicitamos que se respeten todas las medidas de distanciamiento y seguridad para que los profesionales puedan desarrollar su labor con plenas garantías en las ruedas de prensa o declaraciones.
La pandemia no puede ser un pretexto para limitar el acceso a las fuentes, impedir que se tomen imágenes que presenten la dimensión real de la crisis sanitaria o incrementar las declaraciones institucionales sin preguntas que impiden que los periodistas trasladen a los gobernantes las dudas que la sociedad padece ante una crisis tan grave como la que estamos viviendo.
El ejercicio libre del periodismo también se ha visto amenazado por los vetos y señalamientos a los profesionales de la información y medios, ataques físicos y acoso en las redes, sobre todo a las periodistas, todos ellos con el objetivo intolerable de impedir el control crítico de los poderes.
En el año transcurrido desde la anterior festividad, hemos comprobado un aumento de la polarización partidista, azuzada también por la desinformación, por lo que invitamos a los periodistas y a los medios a que eviten sumarse a esta bronca permanente y apuesten por fomentar el diálogo, los pactos y la convivencia pacífica.
La FAPE reconoce el esfuerzo que están haciendo los periodistas, ya sea desde casa con el teletrabajo o fuera de ella, para cumplir su papel de servicio público esencial.
Este esfuerzo se ha hecho pese a que la precarización sigue dominando el sector periodístico, ante el que aparecen nuevas amenazas de despidos y de rebajas salariales en un contexto de caída de la publicidad y de las ventas y de búsqueda de un modelo de negocio estable, ahora centrado en las suscripciones digitales.
La FAPE insiste en que solo el periodismo de calidad puede convencer a los ciudadanos de que vale la pena pagar por los contenidos. Ese periodismo de calidad no se puede hacer con redacciones reducidas al mínimo y con periodistas mal pagados.
Los despidos que están aplicando en los últimos meses algunos editores van en el rumbo contrario al que necesita el periodismo de calidad.
En este año de profundas transformaciones y cambios en la sociedad, derivados de la Covid-19, debemos defender sin desmayo que el periodismo riguroso, veraz, verificado, contrastado y sujeto a las normas deontológicas continúa siendo esencial para la democracia. Solo de esta manera recuperaremos la confianza de los ciudadanos.