Los medios de comunicación españoles se mantienen en crisis y su futuro, aún incierto, podría pasar por internet siempre que se cobre por los contenidos, aunque el papel le queda vida siempre que impere la calidad. Así lo ha afirmado el vicepresidente primero de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Aurelio Martín, en su intervención en el curso de la Universidad de Verano para Intérpretes de diversas entidades dependientes del Parlamento Europeo.
En la sede de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid, Martín ha descrito un panorama un tanto oscuro debido a la reciente crisis económica, la adaptación de los medios al tsunami digital, la deriva bajista de la publicidad y de circulación, en el caso del papel, y el acaparamiento de la misma por parte de Google y Facebook, entre otros.
No es ajena a los problemas, a su juicio, la desinformación desbocada en redes sociales o la práctica desaparición de los editores, lo que colocan a la industria de los medios en España y, en general en el mundo, con escasas excepciones, en una situación «en la que sobrevivir ya es un éxito». Y si la industria ha ido mal, ha añadido, «quienes han padecido las consecuencias han sido los 12.000 periodistas que han perdido su empleo en los últimos 10 años».
En el transcurso del curso para traductores en español de las instituciones europeas, el vicepresidente de la FAPE ha explicado cómo la profesión está inmersa en una grave crisis de reestructuración y transformación interna, al igual que de credibilidad y de descrédito como consecuencia, entre otras causas, de la imparable digitalización a la que el sector se ha adaptado y sigue adaptándose a marchas forzadas y de la monumental humareda de desinformación (fake news) en la que vive la sociedad así como de la sobreinformación existente.
«Hay datos positivos, claro está, y medios de comunicación y profesionales responsables y confiables, pero tanto unos como otros, están enfrentados hoy y ahora, tanto en España como en todo el mundo, al decisivo reto de cómo financiar el periodismo», ha dicho. Para Martín, en la solución de este reto serán básicos el compromiso con la ética y las buenas prácticas de editores y periodistas y el compromiso de la sociedad para formar unos medios de comunicación sólidos que refuercen la democracia, con una visión crítica para defenderse de las fuertes corrientes de bulos y falsedades en redes sociales.
Aurelio Martín ha señalado en su intervención al paro como el primer problema para la profesión, seguido por la precariedad laboral, las condiciones en que se trabaja y la independencia o las presiones que se reciben.
En su análisis del sector, ha abordado también cuestiones como el abultado número de periodistas que hay en España, con unos 6.000 nuevos graduados al año, entre periodismo y comunicación audiovisual; el papel de la mujer en las redacciones, figurando entre los salarios más bajos, y en los puestos directivos de los medios, donde son clara minoría; el aumento del número de autónomos, con una media de ingresos que no supera los 1.000 euros al mes; la desinformación (‘fake news’); y la actual situación de la prensa diaria, cuya difusión ha caído un 44% desde 2007.
Mientras, la facturación de la televisión sigue al alza, encabezada por la televisión de pago; ha vuelto a subir la inversión publicitaria en la radio, tras los años de la crisis; las revistas siguen descendiendo en ventas e ingresos publicitarios; y de los medios digitales, cuya expansión está alterando profundamente las formas de consumo de información en España, son pocos los que equilibran presupuesto u obtienen beneficios.