Noticias

La Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ha puesto de manifiesto que, para salvar el derecho a la libertad de prensa, «no sólo corresponde proteger y defender a periodistas y medios de comunicación, sino también a la sociedad en su conjunto, teniendo en cuenta que el de recibir información veraz es un derecho fundamental».

Así lo ha defendido la FAPE en un manifiesto publicado con motivo de la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra cada año el 3 de mayo, al tiempo que ha apuntado que los avances tecnológicos de carácter digital «han creado un campo en el que se producen confusiones entre rumores, informaciones y falsedades, y cuya convivencia proporciona un ambiente donde se registran con frecuencia colisiones entre derechos fundamentales».

En este sentido, quiere llamar la atención de la sociedad sobre su «responsabilidad ante la necesidad de la libertad de prensa». «Sólo podrá llevarse a cabo desde la formación de ciudadanos críticos con los medios de comunicación, desde la madurez democrática, la responsabilidad e independencia», ha apostillado.

La FAPE ha recordado su lucha para que se incluya formación específica sobre medios de comunicación en las aulas de los institutos, con el objetivo de conseguir que, «desde las edades más tempranas, se aprenda a separar informaciones de opiniones, diferenciar medios, exigir transparencia en cuanto a financiación, reclamar la independencia de los poderes públicos frente a los gobiernos y exigir un compromiso ético de los periodistas». «A los ciudadanos se les podrá pedir también un adecuado comportamiento en las redes sociales y en otras herramientas que facilita Internet», ha defendido.

Finalmente, la FAPE ha reivindicado el papel de José Isidoro Morales, padre de la libertad de prensa e imprenta en España, como autor del decreto de la libertad de imprenta promulgado por las Cortes de Cádiz. Nacido en Huelva en 1758 falleció en el exilio parisino en 1818 y fue el autor del decreto de la libertad de imprenta promulgado por las Cortes de Cádiz. Esta reivindicación fue aprobada por la Asamblea General de la FAPE recientemente celebrada en Mérida.