En la víspera del cumplimiento de los primeros 15 días de confinamiento, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) destaca el enorme e impagable servicio que los periodistas y fotorreporteros están haciendo para asegurar el derecho de información de los ciudadanos con su cobertura de la pandemia del coronavirus aún a riesgo en algunos casos de su salud.
A punto de comenzar la segunda quincena de confinamiento, la FAPE anima a los periodistas a mantener el esfuerzo por ofrecer a los ciudadanos la información veraz, verificada y contrastada que les sirva para formarse su propia opinión y tomar sus decisiones con un conocimiento profundo de los hechos, lejos del señuelo de las noticias falsas, los bulos y los rumores. Solo de esta manera podremos cumplir eficazmente nuestra misión esencial de servicio público.
La principal preocupación de la FAPE es que la actividad de los periodistas esté rodeada de las máximas medidas de seguridad y de protección de su salud, sobre todo para los que están ejerciendo el oficio a pié de calle, y que esta gravísima crisis no abra la puerta a despidos fulminantes en un escenario de alta precariedad que ya ha propiciado ERTES y suprimido los encargos informativos a autónomos, freelance y colaboradores.
En este sentido, la FAPE se une a la Federación Internacional de Periodistas, de la que es miembro, y a otras ochos organizaciones internacionales de prensa que han pedido a la Unión Europea que declare el periodismo y el libre flujo de información como servicios esenciales en los esfuerzos de Europa para contener la pandemia.
La FAPE suscribe la declaración de dichas organizaciones, en la que se subraya que el flujo libre de noticias independientes es más esencial que nunca, «tanto para informar al público sobre medidas vitales para contener el virus como para mantener el escrutinio público y el debate sobre la idoneidad de esas medidas».