La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ante las recientes resoluciones de la Inspección de Trabajo, reitera la defensa de unas prácticas para los alumnos en Periodismo o Comunicación Audiovisual, perfectamente tuteladas y que no supongan una explotación laboral de los becarios, en unas condiciones laborales y económicas dignas.
El pasado 20 de mayo, un año más, la FAPE instó a la Inspección de Trabajo a que extremara su control sobre las condiciones en que los estudiantes o recién licenciados desarrollan su tarea en los medios, lo que ha venido dando resultados positivos en anteriores ocasiones al sacar a la luz situaciones irregulares que han conllevado sanciones para las empresas.
Nuevamente hay que felicitarse por los resultados de la campaña ya que se ha detectado la presencia de becarios vitalicios en algunos medios de comunicación, una práctica que la federación viene denunciando porque, incluso, «conlleva frenar el proceso formativo de grado o posgrado, para poder ser admitido en periodos de prácticas, que se van ampliando de forma infinita».
Se da la circunstancia de que hay becarios que ocupan puestos estructurales de las mermadas plantillas de algunos medios, asumiendo tareas de responsabilidad que no les corresponden y que, por supuesto no son remuneradas. Entretanto, periodistas con experiencia son incluidos en expedientes de regulación de empleo, creándose unas condiciones laborales indignas en las redacciones lo que redunda en el derecho que tienen los ciudadanos a una información veraz.
Por tanto, la FAPE entiende que esta situación no beneficia a los jóvenes periodistas, que sufren una explotación en el trabajo sin que se garantice su formación práctica, mientras que está llevando al paro a los más experimentados por lo que estimamos que no es exagerado afirmar que un becario explotado equivale, al menos, a dos o tres periodistas veteranos parados. Al final el resultado es un deterioro progresivo de la calidad de la oferta periodística de los medios que realizan estas prácticas.
En línea con la postura que viene manteniendo tradicionalmente la FAPE hay que subrayar que, siendo favorable al desarrollo de prácticas de manera ordenada y que satisfagan a ambas partes, recuerda a los editores que están obligados a respetar los derechos de los becarios, no utilizándolos como mano de obra barata, y a extremar la misión de enseñar a los que serán en el futuro los continuadores del ejercicio del periodismo, un oficio en constante y acelerada evolución, pero siempre sometido a normas éticas y deontológicas que conciernen a todos.
Nuevamente, la FAPE invita a los becarios que consideren lesionados sus derechos a que denuncien la situación ante las asociaciones de la prensa de toda España.