La Asociación Salmantina de Periodistas (ASPE) y el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León (CPPCyL) desean mostrar su disconformidad por la gestión y el desenlace del proceso de contratación de un profesional del periodismo para el Área de Comunicación del VIII centenario de la Universidad de Salamanca (USAL), señalando un cúmulo de defectos e incidencias registradas en esta convocatoria. Del mismo modo solicitan a la Universidad de Salamanca que reconsidere la decisión de no cubrir dicha contratación y reactive el proceso de selección.
El 1 de abril de 2016 la USAL anunció una oferta de empleo para incorporar a su Área de Comunicación a un periodista, a través de un proceso público abierto a todos los profesionales, entre cuyas funciones figuraban, en primer lugar, las «tareas de comunicación para afrontar las demandas en materia de comunicación derivadas de los eventos y actividades vinculadas al VIII Centenario y del día a día de la institución».
La Asociación Salmantina de Periodistas celebró en su día la convocatoria por lo que suponía de refuerzo de la plantilla de la Universidad con un profesional titulado en Periodismo. Al tiempo mostró su disconformidad, mediante un comunicado con fecha 9 de abril, con el hecho de que la categoría asignada fuera la correspondiente a una diplomatura universitaria (Grupo II), titulación que nunca ha existido en los estudios de Periodismo y que supone una merma de derechos retributivos.
A lo largo de los siguientes meses la ASPE y el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León, una vez informado de ello, se han interesado por escrito respecto a la resolución del proceso, anunciada en la web de la USAL con fecha 20 de mayo. Teniendo conocimiento de que no se había llevado a efecto la contratación prevista, se solicitó más información al respecto. A través de sendas cartas enviadas a ASPE y al Colegio, la Universidad informó de que, con fecha 31 de mayo, resolvió dejar sin cubrir la contratación «hasta que se vuelvan a producir las necesidades que motivaron el inicio del procedimiento». El argumento, teniendo en cuenta las características intrínsecas de la cita y que el VIII Centenario se celebra en 2018, parece contradictorio cuando menos.
La decisión de no continuar con el proceso, acordada en una resolución firmada por el vicerrector de Promoción y Coordinación, argumenta que, tras renunciar el candidato seleccionado y una vez iniciado el proceso de llamada a los integrantes que componían la lista de espera, una empresa con la que la Universidad tiene un acuerdo de colaboración será la encargada de la comunicación de los proyectos del VIII Centenario de la Universidad.
La consecuencia, por tanto, de esta contratación fallida es que los más de cien profesionales que han participado en el proceso ven cómo finalmente — con el argumento de que las necesidades que motivaron la propuesta de contratación el 1 de abril han desaparecido el 31 de mayo — han empleado tiempo y recursos en un procedimiento poco claro, resuelto de una manera sorprendente y totalmente contraria a los intereses del colectivo. La ausencia de un baremo público de evaluación, así como el no haber hecho pública la composición del comité de selección o las calificaciones de los aspirantes tampoco han ayudado a que el proceso en su conjunto pueda calificarse como modélico.
La ASPE y el CPPCyL piden a la USAL que reconsidere su decisión de no incorporar a un profesional titulado a su Área de Comunicación, que subsane las deficiencias relativas a la transparencia y reactive el proceso de selección de uno de los más de cien profesionales que concurrieron a la convocatoria pública de empleo.