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El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha asegurado este jueves que él no pretende «censurar» a los medios de comunicación, ni cree que radique en ellos el problema de las filtraciones, pero ha insistido en que los diputados deberían buscar soluciones en la legislación de otros países. «Hablamos de chivatazos, y esto es algo semejante», ha avisado.

En entrevistas en Onda Cero y Cope, recogidas por Europa Press, Maza ha subrayado que en su comparecencia de este miércoles ante la Comisión de Justicia del Congreso dejó claro «rotundamente», a una pregunta de Podemos, que no iba a iniciar ninguna acción contra los medios de comunicación.maza fiscal

Es más, asume que cuando un periodista recibe una información «no debe callárselo, por supuesto», y además debe opinar sobre ellos. Así, ha añadido que él no puede «perseguir las opiniones» aunque no esté de acuerdo con ellas».

Maza ha hecho hincapié en que las filtraciones perjudican la presunción de inocencia de los acusados y la confianza en las instituciones, pero sobre todo la eficacia del procedimiento, además de ser parciales e interesadas.

Por eso, ha pedido a los diputados que acudan «al Derecho comparado, porque lo que está claro es que en otros países esto no sucede», para buscar medios para frenarlas que sean conformes con la doctrina constitucional española y el derecho a la información.

Según ha dicho, es difícil investigar las filtraciones, porque los medios que las reciben se acogen a su derecho a preservar la fuente y tampoco se puede controlar «preventivamente» a todos los que pueden tener conocimiento de un sumario: «un Estado policial no se puede establecer y ningún juez lo aceptaría».

Por otro lado, ha señalado que aún no ha tomado una decisión sobre si sustituirá a los fiscales del «caso 3 por ciento» (sobre la presunta financiación ilegal de CDC) como quiere el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, porque cree que tanto él como los fiscales afectados, que se oponen a su relevo, tienen argumentos a favor.

En este caso, él se ve como «una especie de árbitro entre dos posturas razonables» pero al mismo tiempo en una «situación diabólica», porque su decisión se interpretará o bien como una «desautorización» de Moix o bien como una imposición que encima busque «impunidad para los investigados». Según ha dicho, tomará una decisión cuando ambas partes le faciliten más información sobre sus argumentos.

Del mismo modo, ha dicho no tener un criterio formado sobre si los fiscales deberían cambiar de puesto a los cinco años, porque ve ventajas tanto en la rotación como en la inamovilidad de los fiscales.

Maza ha insistido en su defensa de Moix y en las decisiones que ha adoptado la Fiscalía. «Como buen español, me encorajino cuando las dificultades van creciendo y no pienso dimitir, como se me ha pedido, obviamente», ha dicho.