En pleno verano las redacciones de los medios de Comunicación están repletas de estudiantes en prácticas que ayudan a sacar adelante medios de Comunicación en mínimos y con casi toda su plantilla de vacaciones. Es por ello que la FAPE y la APM llevan semanas advirtiendo de las condiciones que deben de tener estos futuros periodistas en sus trabajos. De momento la fiscalización es mínima.
La FAPE recordaba hace más de un mes que lamentablemente ‘muchos jóvenes estudiantes se ven obligados a asumir responsabilidades fuera de sus competencias en las redacciones españolas, a cambio de remuneraciones salariales ínfimas y jornadas maratonianas’. La Asociación de Prensa de Madrid (APM) también emitía un comunicado por esas fechas exigiendo explícitamente que se pagase por estos trabajos. No obstante, sabemos que en la mitad del periodo vacacional muchas de estas condiciones mínimas siguen sin cumplirse y la esperada fiscalización nunca se ha producido.
Y es que según recuerda la propia FAPE la situación de los becarios se ha vuelto aún más preocupante con motivo de la crisis económica que afecta a los medios de Comunicación. ‘Los expedientes de regulación de empleo han expulsados de las redacciones a los más veteranos y, en su lugar, se ha puesto al frente de muchas secciones de los medios de comunicación a estudiantes en prácticas que carecen de la profesionalidad necesaria para ejercer este trabajo y que no cuentan con el referente de los periodistas más experimentados para aprender a dominarlo’, indicaba la asociación.
Es más, la propia APM denunciaba el pasado 18 de junio una serie de irregularidades que están lejos de solucionarse casi seis semanas después de producirse estas peticiones ante la Inspección del Trabajo. ‘La APM ha recibido denuncias de estudiantes de Periodismo y Comunicación Audiovisual acerca de la ausencia de remuneración en varios medios de la Comunidad de Madrid, algunos de ellos públicos’, indicaban en una nota de prensa. En este sentido la asociación advertía a los editores y a los directores de medios que estas becas son programas de formación y nunca pueden ser utilizadas para encubrir una relación laboral y mucho menos para ocupar puestos estructurales.
Igualmente, rechazaba que los estudiantes en prácticas se vieran obligados a asumir responsabilidades que no se corresponden con su estatus, entre otras irregularidades como trabajar más horas de las permitidas por la legislación y hacerlo sin la supervisión correspondiente de un tutor. La misma FAPE recordaba a los editores que deben enseñar y formar a los futuros periodistas y no utilizarlos como mano de obra barata, y reprobaron especialmente el fomento de los ‘becarios de por vida’, práctica que obliga a los estudiantes de Periodismo o Comunicación Audiovisual a no finalizar sus carreras universitarias o matricularse en másteres si quieren seguir siendo contratados, para mantenerles en unas condiciones laborales abusivas.