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“Nuestra obligación es desnudar la realidad para saber qué hay detrás de la apariencia y buscar lo que no dicen nuestros gobernantes”, señaló Francisco Rosell, director de El Mundo en el Foro de la Nueva Comunicación, celebrado el pasado 4 de octubre. En ello, añadió, “va la credibilidad de un medio de comunicación, cuya marca debe ser una garantía por encima de la tecnología que emplee para ir al encuentro con sus lectores”. dir el mundo

Consciente de que afrontar el futuro del sector no será sencillo, Rosell admitió que se está a tiempo “de que el periodismo recupere el tiempo perdido y sirva para canalizar el caudal amazónico de la desinformación que prolifera en internet”. Para ello, considera que un aspecto clave es “ser cabecera de referencia”, para lo que “es primordial que el periodismo preserve su alma y su calidad”. El director de El Mundo reivindicó el papel de la prensa “como un acto capaz de llegar al fondo y explicar lo que está sucediendo”. Francisco Rosell reiteró que “la primera obligación del periodismo es con la verdad”, aunque haya “que remar a contracorriente y, a veces, luchar contra el linchamiento en las redes sociales”.

En la actualidad, cree Rosell, es necesario realizar un ejercicio de “desenmascaramiento de las mentiras y noticias falsas que a menudo se usan en acontecimientos relevantes”, como se ha podido ver con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las últimas elecciones en EE. UU. o, recientemente, el 1 de octubre con el referéndum en Cataluña. Para Rosell, “los medios de comunicación estamos expuestos a las mentiras y afirmaciones que no tienen ninguna relación con la realidad”. En este punto, advirtió de que “las fake news revalorizan y revitalizan el papel del buen periodismo”.

Sobre si sobrevivirán los medios impresos, Rosell admitió ser optimista, aunque no es lo que realmente preocupa a El Mundo. Señaló que “el futuro del periodismo está en manos de los propios periodistas” y, para recuperar el terreno perdido, es necesario “hacer ver a los ciudadanos la importancia del periodismo y de que el periodismo hay que pagarlo”. Para el director de El Mundo, ese es el gran reto de los medios de comunicación y advirtió de que es necesario afrontarlo “sin ninguna demora, si no queremos que el periodismo desaparezca y con ello, sufra muy directamente la propia democracia”.

Las TV públicas no han ejercido su tarea de servicio público el 1-O

Preguntado por la cobertura de TVE sobre el referéndum catalán el pasado 1 de octubre, Francisco Rosell criticó que el ente público no pudiera ejercer su tarea de servicio público en “un día clave”, provocando “un vacío que, lógicamente, están llenando otros medios”, señaló. El director de El Mundo explicó que la situación de la televisión pública en España “hay que abordarla en todos sus sentidos”: “las sucesivas luchas por el poder” al final la convierten en una nave imposible de dirigir, provocando que sea “imposible que cumpla sus objetivos” de servicio público y garantizar “una información solvente y plural”, pero “¿qué pasa con TV3?”, se cuestionó Rosell. “Lo que está ocurriendo con TV3 me parece de una gravedad extraordinaria sin que intervengan las autoridades”, alertó.

En términos generales, el director de El Mundo apuntó que “es de una enorme gravedad lo que pasa con las televisiones públicas” en nuestro país y alentó a realizar un esfuerzo para “recuperar y restaurar la credibilidad” de las mismas. En referencia a las televisiones públicas, el periodista criticó su cobertura y denunció “cómo se ensañó y cómo inoculan el odio a los demás. Eso es muy peligroso”.