EL PAÍS afronta uno de los cambios más importantes en sus casi 44 años de vida. Como consecuencia de la evolución de la industria hacia un entorno predominantemente en Internet, el diario pone en marcha un modelo de suscripción digital con el objetivo de hacer sostenible para el futuro un periodismo profesional, de alta calidad y con alcance global. 2019 ha sido el año en el que por primera vez EL PAÍS obtuvo más ingresos de la publicidad digital que de la impresa. Pero a diferencia de lo que ocurre con el periódico de papel, que el lector compra en los quioscos o al que se suscribe, la web ha permanecido gratuita, a pesar de ofrecer todos los contenidos elaborados por los periodistas de EL PAÍS. Para garantizar que el proyecto pueda seguir creciendo en cobertura y profundidad, mantener una amplia oferta temática y especialización, y seguir contando con muchos de los mejores periodistas de habla hispana del mundo, el diario evoluciona hacia un modelo de suscripción digital, al tiempo que mantiene con toda su relevancia la edición impresa.
EL PAÍS sigue la estela de los grandes medios globales y de prestigio. The New York Times, The Washington Post, Financial Times, Le Monde, The Guardian, The Wall Street Journal o Corriere della Sera ya iniciaron este camino, con un notable éxito en la mayoría de los casos. Gracias a esta nueva fuente de ingresos, muchos de ellos han aumentado sus plantillas, reforzado su red de corresponsales, invertido en investigación, en vídeo, en innovación y, sobre todo, se han mantenido a flote mientras la crisis golpeaba a aquellas cabeceras que no han podido reconvertirse bajo la presión de la revolución digital.