Ante la decisión de La Liga de controlar los comentarios e imágenes de los partidos de fútbol, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) rechaza los intentos de cualquier empresa informativa, de ámbito político, económico, deportivo o de otros ámbitos, para obligar a los periodistas que trabajen en ellas a que produzcan y comuniquen contenidos adecuados a sus intereses comerciales, o que les censuren cualquier información que no se adecúen a los mismos, evitando que actúen con independencia en la realización de su trabajo.
La libertad de prensa se fundamenta en que los periodistas puedan tener independencia para realizar su trabajo. En este caso se produce un férreo control que va contra el ejercicio objetivo de la información y atenta a la libertad de información y el derecho que tiene el ciudadano de recibir una información equilibrada. No solo se produce un daño a la pluralidad, ya de por sí afectada, por la Ley del Fútbol y los canales de pago, sino que ofrece una visión parcial de parte interesada como es la Liga.
Y esta independencia también se refiere a que las empresas en que desarrollan su trabajo no pueden presionarles para que defiendan sus intereses comerciales por encima de los intereses periodísticos, lo que se extiende a todas las especialidades periodísticas.
La tradición ha ido estableciendo diversas maneras, con más o menor éxito para lograr que la tarea de las redacciones sea independiente de los consejos de administración.
Si las empresas informativas obligan a los periodistas que trabajan en ellas a elaborar y comunicar solo mensajes adecuados a sus intereses comerciales y no a la información que interese a la sociedad, están prostituyendo la actividad periodística al pretender convertirlos en sus portavoces propagandísticos.