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Los diarios impresos cada vez se venden menos en los países desarrollados, pero su mera presencia supone una ventaja para sus editores, al menos mientras dure la transición hacia el modelo digital, según una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la consultora canadiense Communications Management.

   El trabajo, que repasa la evolución de la circulación de los periódicos impresos en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, concluye que en los últimos años viene produciéndose una caída estructural de las ventas de diarios. Así, entre 2000 y 2012, los diarios han pasado de llegar a casi el 60 por ciento de hogares en Reino Unido a alrededor del 30 por ciento.

   En Estados Unidos y Canadá la evolución ha sido muy similar estos años. Según el estudio, muchos editores han tardado en responder a esta tendencia, aunque en los últimos años han surgido multitud de respuestas, como los muros de pago, las estrategias que ponen lo digital por delante del papel o aquellas enfocadas a convertirse en marcas globales en el mundo ‘online’ extendiéndose a otros países.

   Para la consultora, el principal cambio que tiene que afrontar el sector es pasar de ser un intermediario que ofrece un producto complejo, en el que está integrado las noticias, la opinión, los anuncios o los clasificados, a otro negocio en el que los editores sean actores más activos que usan partes rentables de ese producto para sufragar otras partes no rentables.    

   En ese cambio, los editores tendrán que replantear sus ofertas, ya que algunas, como los anuncios clasificados, que durante décadas han sido una de las fuentes más rentables de ingresos, también están disminuyendo, coincidiendo con el crecimiento de Internet y las web de clasificados que compiten desde el mundo ‘online’ con los diarios impresos.

   En Canadá los ingresos de los diarios impresos provenientes de los anuncios clasificados se han reducido un 64 por ciento entre 2000 y 2012, frente a un descenso de los ingresos por la venta de ejemplares del 29 por ciento en el mismo periodo. En Estados Unidos, la evolución de los ingresos provenientes de los clasificados también ha sido peor que el de la circulación, con un descenso del 76 por ciento, frente al 30 por ciento entre 2000 y 2012. Algo parecido ha ocurrido en el caso inglés, con caídas del 64 por ciento en los clasificados y del 39 por ciento en la venta de diarios.

   «Lo que está ocurriendo ahora es una reestructuración integral del modelo de negocio de los medios. Es sistemática y estructural», señala el informe, que advierte de que «no parece que haya vuelta atrás». No obstante, los expertos señalan que la mera presencia de los ejemplares impresos puede ser una ventaja para las cabeceras tradicionales durante la transición digital.

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