Un total de 65 reporteros han sido asesinados, 326 se encuentran encarcelados y 54 secuestrados por llevar a cabo su actividad profesional en el mundo, según el balance anual correspondiente a 2017 de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Así lo ha dado a conocer este martes 19 de diciembre la organización, que ha precisado que los 65 reporteros fueron asesinados a causa de su trabajo informativo, es decir, mientras realizaban su trabajo –víctimas de un bombardeo, por ejemplo–, o de forma deliberada porque sus investigaciones molestaban. La mayoría de los reporteros asesinados, el 60%, eran periodistas profesionales.
De este modo, el estudio señala que en 2017, 65 periodistas fueron asesinados en el mundo (esta cifra incluye a periodistas profesionales, periodistas-ciudadanos y a colaboradores de los medios de comunicación), 26 de ellos perdieron la vida cuando ejercían su labor informativa, víctimas colaterales en lugares muy peligrosos (bombardeos, atentados, etc.); 39 fueron asesinados de manera intencional, debido a su trabajo de investigación, que afectaba los intereses de las autoridades políticas, religiosas, económicas o de grupos criminales.
En este sentido, RSF ha destacado que, al igual que el año pasado, es mayor el porcentaje de periodistas que fueron agredidos de manera deliberada (60%) y ha añadido que el objetivo común de sus detractores ha sido «hacerlos callar». No obstante, el Balance 2017 de RSF muestra una relativa disminución (-18%) del número de periodistas asesinados, respecto al año anterior (79).
Asimismo, respecto al número de periodistas profesionales asesinados en el mundo (50 este año 2017), RSF observa que este ejercicio ha sido el año «menos mortífero» para los periodistas profesionales desde hace 14 años. «Estas cifras siguen siendo alarmantes», ha subrayado la organización.
Según la organización, este año los periodistas «han huido de los países que se han vuelto muy peligrosos, como Siria, Yemen o Libia», así como se ha observado «una mayor toma de conciencia sobre la importancia de proteger a los periodistas». En este punto, ha puesto de relieve que, desde 2006, la ONU ha aprobado diversas resoluciones relativas a la protección de los periodistas y en las redacciones de numerosos medios de comunicación se han establecido medidas de seguridad.
Por otro lado, RSF ha explicado que 2017 se ha duplicado el número de reporteras asesinadas, ya que han muerto diez este año, mientras que en 2016 fueron cinco. «La mayoría de ellas eran intrépidas y experimentadas periodistas de investigación», ha señalado, para después añadir que, «a pesar de las amenazas que habían recibido, muchas de ellas seguían investigando y revelando casos de corrupción, como Daphne Caruana Galizia en Malta, Gauri Lankesh en India y Miroslava Breach Velducea en México».
PAÍSES EN PAZ, PELIGROSOS
La organización ha indicado también que este año se ha producido una tendencia llamativa y es que «ciertos países en paz han sido casi tan peligrosos para los periodistas como algunos que se encuentran en guerra». El 46% de los asesinatos de reporteros se han perpetrado en países donde no existen conflictos armados declarados, frente al 30% de 2016.
En México se ha registrado casi el mismo número de periodistas asesinados (11) que en Siria, el país más mortífero para los reporteros (con 12 asesinados). Afganistán (9), Irak (8) y Filipinas (4), completan la lista.
«Los periodistas de investigación que trabajan sobre temas importantes como la corrupción o los escándalos ambientales, y que cumplen una función fundamental de contrapoder, sean convertidos en blanco de aquellos a quienes estas investigaciones incomodan. Esta alarmante situación nos recuerda la necesidad de proteger aún más a los periodistas, en un período de globalización de los desafíos de la información y de la internacionalización de la amenaza», ha afirmado el secretario general de RSF, Christophe Deloire.