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Reporteros Sin Fronteras recoge en el informe ‘#RespectPressCAT’, publicado este jueves 28 de septiembre, las denuncias de más de diez periodistas ante el referéndum del 1 de octubre en Cataluña, entre las que destacan el «ciberacoso en redes sociales» y las «presiones del Govern», y pide «respeto» para el libre ejercicio del periodismo en la región.

Así, las quejas de los periodistas y corresponsales en Cataluña se refieren a «continuas presiones del Govern sobre la prensa extranjera y local, hostigamiento de los ‘hooligans’ del movimiento en las redes sociales contra los periodistas críticos e intimidación por parte de multitudes de manifestantes contra los reporteros de televisión».

Todas estas situaciones han creado, según indica Reporteros Sin Fronteras en el documento, «una atmósfera tóxica contra la libertad de prensa» en Cataluña.

«El clima para el libre ejercicio del periodismo se ha visto tremendamente viciado por la extrema polarización que viven la política y la sociedad catalanas. Las ansias del Gobierno de la región por imponer su relato a la prensa local, española e internacional han traspasado líneas rojas y las maniobras intimidatorias del Gobierno central español no ayudan», subraya la responsable del Área de UE y Balcanes de RSF, Pauline Adès-Mevel.

En este sentido, la organización insta a que no se utilicen procedimientos judiciales para amedrentar a medios de comunicación catalanes pues contribuye a crear «un ambiente de extrema tensión».

El informe se divide en cuatro partes. La primera está dedicada al testimonio de corresponsales extranjeros en España, sobre todo en Barcelona, que confirman, según precisa RSF, «el abrumador interés del movimiento independentista hacia la prensa internacional, clave en su estrategia de visibilidad, y las correspondientes presiones en términos de propaganda que sufren».

La segunda se centra en la situación que viven los corresponsales españoles en Bruselas que, según denuncia el informe, «también son víctimas de un ‘exceso de entusiasmo’ por parte del Gobierno catalán» y se quejan de ser reprendidos cuando describen el rechazo de las instituciones de la UE a la secesión.

Una tercera parte está dedicada a periodistas catalanes de medios no alineados a la independencia, que son «víctimas de intensas campañas de acoso en redes sociales y de políticos que no dudan en señalarlos».