La serie diaria de crónicas sobre la Marcha Negra que protagonizaron 200 mineros entre los días 22 al 30 de septiembre de 2010 ha sido galardonada con el Premio de Periodismo Económico Fabián Estapé, firmada por el reportero del Diario de León Marco Romero. El premio, que será entregado en un acto público el próximo día 4 de mayo, a las 20.00 horas en el Parador San Marcos, está dotado con 1.200 euros y una figura del escultor José Ajenjo.
Representa una moneda de plata sobre un soporte de madera. En una cara de la moneda está grabado el león rampante del reinado de Alfonso VI y en el reverso, los anagramas de las entidades convocantes, la Asociación de Periodistas de León y el Colegio de Economistas. El Premio cuenta con el Patrocinio de la empresa de construcción Lorenzo García Blanco y el Parador de San Marcos.
El jurado que tuvo la difícil tarea de elegir a un solo ganador, estuvo presidido por el propio profesor Estapé, ex-rector de la Universidad de Barcelona, e integrado por los directores del Diario de León, Pablo R. Lago; La Crónica de León, Daniel Álvarez; El Mundo de León, Ángela Domínguez; Gente de León, José Ramón Bajo; por los presidentes de la Asociación de Periodistas, Fernando Aller, y del Colegio de Economistas, Nuria González Rabanal, así como el también economista Carlos Hurtado, quien dejó constancia escrita de su voto al no poder estar presente por motivos personales en la segunda sesión.
Formaron parte también del jurado, con voz pero sin voto, los secretarios de ambas instituciones, Antonio Corcoba y Maximino Arias Gutiérrez.
El autor y la crónica
Marco Romero se licenció en el año 1996 en Ciencias de la Información por la Universidad de Salamanca. Pese a su juventud, puede ser considerado como un referente en el difícil género del reportaje periodístico. Así lo acredita el haber sido galardonado en dos ocasiones con el Premio Cossío que promueve cada año la Junta de Castilla y León. Ha colaborado también en proyectos editoriales, como La Memoria del Granjero, editado por el Ministerio de la Presidencia, y en Crónica de cien años y Todos los pueblos y sus gentes.
Marco Romero fue el único periodista que convivió con los mineros de la Marcha Negra todas las horas de los doce días que duró la protesta. Como el propio autor dice, y así fue valorado por el jurado, estás crónicas,, que tal vez sólo pretendían describir el seguimiento de los andarines en su protesta, se convirtieron en un relato “de los desasosiegos, anhelos y turbaciones” de unos hombres que recorrieron 195 kilómetros entre Villablino y León.
El jurado valoró también lo que supone de recuperación del viejo periodismo, tan alejado del que hoy parece imperar, consistente en declaraciones a pie de escalera, ruedas de prensa (a veces sin preguntas), notas de prensa de los gabinetes de comunicación, y “canutazos” para justificar presencia y desplazamiento del periodista.