“Sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia”. El lema que ha venido difundiendo la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en los últimos meses ha servido a su presidenta, Elsa González, como introducción a su intervención en el “Encuentro de Comunicación Social y Periodismo del Mediterráneo”, que se viene celebrando hoy en Granada y en cuyo segundo panel, sobre “Claves del futuro”, ha participado bajo la moderación de la presidenta de la Asociación de la Prensa granadina, Encarna Ximénez, y junto a Javier Rioyo, Mayte Carrasco, Sonia Blanco y Fátima Ruiz González.
Para Elsa González, “no peligra el futuro del periodismo si queremos conservar nuestra democracia porque la libertad de prensa es un testimonio vivo de la sociedad pluralista y democrática”. Ello, a pesar de que los periodistas, ha dicho, “nos hallamos en busca de autor, como los personajes de Pirandello. Buscamos modelo mientras caminamos”.
La presidenta de la FAPE ha recordado que, para el sector periodístico, a la crisis estructural se une la económica, lo que ha generado “una tormenta casi perfecta que está provocando una pérdida masiva de puestos de trabajo y permitiendo una precariedad casi peligrosa, porque empobrece la profesión”. Todo ello promueve un periodismo sin calidad, politizado y apurado por la prisa, que realizan jóvenes sin referencia profesional porque “se ha roto la cadena de aprendizaje”, ya que gran parte de los senior han sufrido las consecuencias de un ERE.
Pese a ello, Elsa González cree que “a los periodistas nos va el riesgo, de ahí que osemos hablar de futuro en esta nueva Era de la Sociedad de la Información” y se ha mostrado convencida de que “se alumbran perspectivas con nuevas particularidades para la profesión”. Entre ellas, ha destacado que el periodista deberá aportar el plus de calidad que precisa la noticia, que crecerá el autoempleo, que la especialización es una apuesta segura y que el futuro será híbrido, en soportes y modelo de negocio.
Por último, la presidenta de la FAPE ha destacado dos cuestiones que, a su juicio, deben centrar el interés de la profesión: La ética y la responsabilidad. “En estos momentos es fundamental insistir en el compromiso del periodista con la sociedad, con la democracia. Nuestra misión es actuar con independencia, no con neutralidad. No podemos ser insensibles en nuestro servicio al bien común”, ha concluido.