La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, alertó sobre el «periodismo de trinchera» que empobrece la democracia, al inaugurar el XXII Congreso Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, que se celebra en Santiago bajo el lema «Periodismo, transparencia y democracia».
«Cuando se cae en la tentación de hacer un periodismo de trinchera y sólo se orquesta la opinión de los propietarios o de los avisadores (anunciantes) de los medios de comunicación, la conversación democrática que los medios están llamados a garantizar se empobrece y hasta puede perderse», advirtió la mandataria. El congreso cuenta con la participación del periodista de investigación argentino Jorge Lanata; la periodista colombiana Juanita León, fundadora de La Silla Vacía, y la española Salud Hernández, secuestrada meses atrás por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia. También asisten Sarah Gibson, editora de la BBC, y Jenny Perez-Schmidt, presentadora de la señal en español del canal de televisión alemán Deutsche Welle, entre otras.
Durante cuatro días, periodistas y escritoras de diversos países discutirán sobre el actual contexto de crisis institucionales, descrédito de los políticos y empoderamiento de los ciudadanos. En la inauguración del encuentro, que contó con la presencia de ministros, académicos y embajadores, la jefa de Estado llamó la atención sobre «las palabras novedosas que a veces deslumbran». «Hoy se habla de la postverdad, como si el actual sistema comunicativo hubiera dejado atrás el trabajo riguroso del periodismo, la tarea de contrastar fuentes y articular un diálogo con las audiencias que escuche y forme, que interpele y también cuestione», dijo.
En opinión de Bachelet, en la transformación impulsada por las tecnologías de la información y las redes sociales, «ni el periodismo ni la sociedad pueden abandonarse al devenir de las cosas, porque hay intereses en conflicto y luchas de poder desiguales entre débiles y poderosos». «El deber del periodismo y de los representantes públicos es cultivar la capacidad crítica de la opinión pública, robustecer el valor de los derechos, asegurar el pluralismo y la deliberación pública», enfatizó. Con la penetración de las nuevas tecnologías, como Internet, la información fluye más rápidamente y no solo de arriba a abajo, sino cada vez más de abajo a arriba, apuntó Bachelet.
«Los ciudadanos mejor informados y más empoderados, con nuevas herramientas al alcance de la mano, ayudan a que la opacidad del poder felizmente se disipe», consideró. «Esta nueva realidad, la exigencia de mayor transparencia y rendición de cuentas en un mundo cada vez más interconectado y complejo, trae como consecuencia nuevos estándares que cumplir para el Gobierno, para tomar decisiones que afectan a la mayoría», reconoció. «No creo que el rol que los Gobiernos deba ser resistir las nuevas formas de comunicación y molestia ciudadanas (…), el rol de los Gobiernos en este escenario es contribuir a hacer más transparente las informaciones y la respuesta de los actos de poder», declaró.