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El «Informe de Desarrollo Mundial 2016» del organismo internacional apuntó que la rápida expansión digital se ha concentrado en los países más ricos y preparados, que se encuentran en una mejor posición para aprovecharse de las nuevas tecnologías. El BM marca con claridad las fronteras entre quienes han sacado mayor partido a la irrupción de las tecnologías digitales y pone en tela de juicio la supuesta democratización vinculada a internet. De los alrededor de 7.400 millones de personas que viven en el planeta, 3.200 millones están conectados a la red global, mientras que solo 1.100 millones lo hacen con líneas de acceso de alta velocidad.

En concreto, el BM subrayó que aunque el número de usuarios de internet se ha triplicado desde 2005, todavía 4.000 millones de personas están fuera de la red global. De ellos, la mayor parte se concentran en Asia: India cuenta con más de 1.000 millones de personas sin acceso a internet, China con 745 millones, Indonesia con 213 millones, Pakistán con 165 millones y Bangladesh con 148 millones. «Es una transformación asombrosa que hoy en día el 40 % de la población mundial esté conectada a internet.

Aunque estos logros deben celebrarse, debe ser también ocasión de asegurarnos de que no creemos una nueva subclase», dijo Kaushik Basu, economista jefe de la institución en la presentación del informe. Basu recordó que «con casi un 20 % de la población mundial incapaz de leer y escribir, el auge de las tecnologías digitales por si solas es improbable que de conlleve el fin de la división mundial en el conocimiento».

Para la principal institución financiera de desarrollo, los anticipados dividendos digitales de mayor crecimiento, más empleo y mejores servicios públicos se han quedado por debajo de las expectativas.