“El periodismo no sólo está vivo, sino que es un arma cargada de futuro que precisa, en la actualidad, de reconversión profesional y fortaleza ética. No se trata de sobrevivir, no queremos la paz de los cementerios, nos enfrentamos al gran reto de superar las dificultades actuales para construir el nuevo modelo periodístico que estamos diseñando”. Con estas palabras, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, ha apostado por el periodismo durante su intervención en la Escuela “Juantxu Rodríguez”, que se inauguraba ayer por la mañana, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.
Sin pesimismo, González ha afirmado que, a su juicio, “nos aguarda un gran momento” una vez superada la crisis financiera, un futuro que “será híbrido en todos los aspectos”. “Nuevos soportes, nuevos estilos de comunicación, nuevas demandas del ciudadano, pero una misma ética, porque la función del periodista sigue siendo elevar la libertad del ciudadano y controlar el poder”.
Tras señalar que la primera década del siglo XXI hizo añicos la versión tradicional de la empresa periodística y que los medios online no han resuelto cómo generar ingresos, la presidenta de la FAPE ha destacado que la nueva planificación empresarial no puede resultar de la pérdida de derechos laborales y profesionales de los periodistas. “El periodismo –ha dicho- precisa del mercado para ser libre, pero cuando la información se mercantiliza deja de serlo”.
En este contexto, Elsa González ha recordado que la FAPE ha creado una Fundación que ampara y concede mayor independencia a su Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología que “pretendemos que se convierta en órgano de autocontrol en una sociedad de la información sedienta de valores”. Y es que, después del paro y de la precariedad, “el gran enemigo del periodismo es la crisis ética”.
González ha enumerado a lo largo de su intervención varios principios que deben mantenerse en el ejercicio del periodismo, como el respeto a la verdad, la investigación de los hechos, la persecución de la objetividad, contrastar los datos o respetar la presunción de inocencia. Además, ha pedido la implicación de las instituciones y los ciudadanos que “deben saber que su futuro democrático y solidario necesita unos medios de comunicación potentes e independientes, con periodistas que, con su credibilidad, aporten elementos que ayuden a la gente a formarse su propia opinión”.
La presidenta de la FAPE ha explicado que la Federación que ella preside está impulsando la renovación de las asociaciones con la creación de los colegios profesionales, “con el fin de ganar en identidad y representación” y ha finalizado su alegato declarando con contundencia que “la credibilidad, es decir, la ética, es la clave del futuro del periodismo”.
La Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez, organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con la colaboración de la FAPE, se centra este año, el tercero desde su creación, en los nuevos medios surgidos de la crisis. Dirigida por Lucía Martínez Odriozola, presidenta de la Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea, se desarrollará hasta el 2 de agosto en el Palacio de la Magdalena de Santander.