Esta muestra es algo más que medio centenar de imágenes, son “capturas” de la historia reciente de la provincia de León y que sirven al visitante para hacer un recorrido por la memoria y el recuerdo de los últimos treinta años.
Peña destacó el lugar de las exposición, que en tiempos fue una cárcel, y que se muestra “como un lugar preciosos e ideal para este tipo de fotografías. Así, entre la selección de imágenes, el fotógrafo señala a una de las realizadas en la comarca del Bierzo, en el tajo de una mina de Gaiztarro. “Era la primera vez que yo bajaba a una mina, fue con Victorino Alonso y estuvimos nueve horas abajo y es algo que se te queda grabado”, cuenta.
“Todo el mundo tiene el concepto de que la mina son galerías y aquí en el Bierzo son tajos de 60 centímetros, no más”, apostilla Mauricio Peña, que recuerda que después de siete horas en el pozo le llevaron al que llamaban “el tajo de los castigados”. “Me quedé impresionado de cómo podían seguir trabajando y tirarse allí ocho horas recostados y cayendo el carbón encima de ellos”, confiesa el fotoperiodista, que no duda en afirma que aquellos que toman las decisiones sobre la minería “habría que dejarles un par de días dentro de la mina para que supieran lo que es”.
Precisamente es otra foto sobre minería la que más “remueve” a Peña, una imagen del cierre de Hulleras de Sabero y que, en su opinión, es la que mejor refleja la crisis de sector. Toda imagen tiene su historia detrás y en este caso es la del momento en que el fotógrafo espera en la bocamina a la salida del último turno y acompaña a los mineros a los vestuarios y a las duchas.
“Es un minero desnudo, que ha tirado la ropa y se marcha porque sabe que no va a volver, que se va al paro y la mina se cierra”, cuenta Peña, que asegurá que “es la más explicativa, sin necesidad de pie de foto”. “Significa un pasado de no retorno, le tengo un especial cariño aunque en su día no se llegó a publicar porque en ese momento pensamos que era muy fuerte”, añade.