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FAPELa Asamblea Extraordinaria de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), celebrada en A Coruña el 11 de abril, aprobó una propuesta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) para limitar el mandato de la presidencia a ocho años consecutivos.

La propuesta, presentada conjuntamente con la Asociación de la Prensa de Sevilla y la Unió de Periodistes Valencians, sigue la línea adoptada en marzo por la asamblea extraordinaria de la APM.

Antes de estas asambleas extraordinarias, ni la APM ni la FAPE reflejaban en sus estatutos la limitación de los mandatos presidenciales, que en el caso de la asociación madrileña se extiende a la secretaría general.

La presidenta de la APM, Carmen del Riego, defendió la propuesta con el argumento de que la limitación de mandatos es una medida de higiene democrática y regeneración que los periodistas exigimos constantemente a los políticos, por lo que debemos aplicárnosla a nosotros mismos.

Del Riego añadió que ocho años consecutivos es tiempo suficiente para llevar a cabo un programa, y evita la tentación de perpetuarse en el poder o de considerar como propias unas instituciones como las asociaciones de la prensa, que pertenecen a sus socios.

La Asamblea, ya en su formato ordinario, aprobó también una propuesta de la APM que reitera que la FAPE es el órgano de representación, coordinación, gestión y defensa de la profesión periodística española, con ámbito en todo el territorio nacional.

La propuesta aprobada sale al paso de la confusión creada en el seno de la FAPE cuando se atribuyó a una Mesa FAPE-Colegios, denominada COFAPE, la defensa de la profesión periodística a nivel estatal, una función que los estatutos conceden a la Federación.

La Asamblea General aprobó igualmente una resolución, presentada por la Asociación de la Prensa de Sevilla, que denuncia “la ausencia de pluralidad, la manipulación y la censura” en los medios públicos estatales, autonómicos y municipales.

También rechaza, en esos mismos medios, “el férreo control político de los informativos, la difusión de noticias de propaganda y el ocultamiento de aquellas noticias que no interesan a los partidos en el poder”.

La FAPE alerta de que el control gubernamental y partidista de los medios públicos conlleva la pérdida de credibilidad de los informativos y la caída de la audiencia, poniendo en el horizonte de estos medios la posibilidad del cierre, como ocurrió con Canal Nou, o la aplicación de ERES brutales, como pasó en Telemadrid.

La Asamblea aprobó otra propuesta de Sevilla para que la FAPE y las asociaciones federadas denuncien en todo momento ante la sociedad “los posibles casos en los que se vulnere la libertad de expresión, los derechos de informar y los derechos del informador”.

Además, a propuesta de la Asociación de la Prensa de Badajoz, la FAPE pide el compromiso de la profesión y de los directores de los medios para no acudir a las ruedas de prensa sin derecho a preguntas.

La Asamblea aprobó la llamada “Declaración de A Coruña que exige a los editores y empresas propietarias de los medios de comunicación que apuesten por la calidad y sean conscientes de que prescindir de periodistas con continuados despidos es “una política empresarial errónea” y que les llevará al cierre.