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El ingeniero de sistemas Hervé Falciani, que ha participado en un seminario sobre libertad de expresión dentro de la programación de los cursos de verano de la Universidad de Jaén (UJA) en la localidad jiennense de Torres, ha señalado que «para manejar el riesgo de corrupción» en las sociedades del siglo XXI, «el último recurso que tenemos es volver a la democracia participativa».

Lo ha afirmado durante su conferencia magistral ‘Los retos jurídicos de las nuevas tecnologías para la Libertad de Expresión’ impartida en el marco ‘Libertad de Expresión en el siglo XXI: nuevas tecnologías, nuevos retos’ organizado por la UJA y la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar).falciani

«Para manejar la corrupción al principio se necesitan canales de comunicación que se conocen como whistleblower, además de que las administraciones formen a sus trabajadores contra la corrupción, porque la educación es el 50 por ciento de la posibilidad de que la gente diga: tengo una responsabilidad para modificar lo que está pasando», ha subrayado Falciani.

El curso ha acogido también el debate ‘Las formas de la Libertad de Expresión: Los medios antes y después de Internet’, con la intervención de José María Izquierdo, periodista, y Sergio Sánchez, responsable de la plataforma ‘No somos Delito’.

José María Izquierdo ha destacado que «los periodistas tenemos que reconocer que la bajeza moral, el odio, siempre han estado presentes en los medios, igual que los poderes de todo tipo siempre han estado en contra de la libertad de expresión. Estamos, como siempre, en la discusión de donde acaba la indignidad y empieza el delito».

Para el periodista, en la actualidad «hay tal batiburrillo, tal aglomeración, tal bombardeo que somos incapaces de digerir bien entre los millones de mensajes» y ha señalado que «al final el fanatismo que impera en las redes sociales y en los comentarios es un adelgazamiento de la inteligencia. Cada uno lee solo lo que quiere leer y cada vez tiene menos amplitud de miras».