
El autor ha señalado que el libro refleja «la Transición española contada por los espías». Un grupo que estaba formado por «militares de la generación del príncipe y Suárez, que no habían hecho la guerra y que actuaron de punta de lanza entre el Franquismo y la democracia», según ha explicado Ernesto Villar durante una entrevista con Europa Press.
El equipo de espías del Servicio Central de Documentación (SECED), la principal agencia de inteligencia española de la época, creada en 1972 por el entonces vicepresidente, Luis Carrero Blanco, realizaba cada semana un «boletín de situación» en el que, por un lado, realizaban una editorial para los destinatarios, y por otro, resumían los seguimientos que habían hecho esa semana en todos los ámbitos.
«Los agentes espiaban a los ‘rojos’ en las iglesias, a miembros de las facultades en las que había protestas, a los comunistas, a los grupos de ultraizquierda, o al mismo Fraga para ver cuál iba a ser el siguiente paso que iba a dar», según ha apuntado Villar.
Unos informes «muy cotizados» ya que «aclaraban las cosas en medio de ese maremagnun de información» y que, además, en muchas ocasiones eran críticos con las propias autoridades. En este sentido, Villar ha señalado que dichos documentos reflejan como «a Arias Navarro le ponen a caer de un burro en varias ocasiones por falta de gallardía ante ETA, por falta de información a los españoles sobre el estado de Franco o por no conseguir controlar la economía».

