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La hija de Fabián Estapé, Elisa, junto a sus dos nietos, Andrés y Pablo, destapó la insignia que, desde hoy, dará el nombre de Fabián Estapé a la fuente más singular del municipio, una fuente junto a la Villa Romana de Navatejera, frente a la casa en la que pasó sus últimos años el insigne economista y que se encuentra en plena Avenida de la Libertad, la calle más importante de la población y una de las vías principales del  municipio. Tanto el primer teniente de alcalde de Villaquilambre, el también economista Manuel Mitadiel, como el rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, destacaron el simbolismo del acto, prestando el nombre de Estapé a una fuente, símbolo de vida, y en una avenida que rinde homenaje a la libertad.

“Hay que agradecer al Ayuntamiento de Villaquilambre esta iniciativa que se produce, además, justo el día del primer aniversario de su muerte, y hay que agradecer a su hija Elida que, viniendo a vivir aquí, nos haya permitido tener el orgullo de contar con Fabián Estapé como vecino de Villaquilambre y de León”, señaló el rector, arropado por numerosos miembros de la comunidad universitaria y algunos vecinos del municipio. Por su parte, Manuel Mitadiel, concejal de Hacienda, Medio Ambiente y Desarrollo Económico de Villaquilambre, relató algunas experiencias personales vividas con el profesor Estapé, de quien destacó su cualidad de “formador de personas y economista lúcido”.

Mitadiel leyó unas clarividentes palabras de Estapé, pronunciadas en 1999 y teñidas, como solían estarlo, de su excelente humor: “Sin que tenga ninguna bola de vidrio, me atrevería a decir que entraremos en el siglo XXI sin la coyuntura favorable que ahora tenemos (…). No es un falso conservadurismo lo que me lleva a tener poquísimas esperanzas en esta nueva moneda (…). De los resultados de esta fantástica operación monetaria podremos hablar dentro de unos años. Si ya no estoy, enviadme una nota, porque me sabría fatal haber errado en mis pronósticos”.

La Avenida de la Libertad, junto a la Villa Romana, fue el escenario de los últimos años de quien puede definirse como “un economista iconoclasta y comprometido, uno de los grandes economistas españoles del siglo XX y una de sus mentes más lúcidas, además de un hombre bondadoso y con enorme sentido del humor”, según su compañero de profesión Manuel Mitadiel, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Villaquilambre.

Fabián Estapé nació en Portbou en 1923. Fue profesor de Política Económica y rector de la Universidad de Barcelona. Fue comisario adjunto del Plan de Desarrollo, divulgador de la obra de Shumpeter y la llamada escuela histórica e institucionalista, impulsor de la Facultad de Económicas de Barcelona y la de Zaragoza; recibió numerosos premios, entre ellos el Premo Nacional de la Fundación Juan March, el Premio Jaime I de Economía, la Gran Cruz del Mérito Civil y la Creu de Sant Jordi. Escribió, entre otras obras destacadas, “Ensayos sobre la economía española”, “Los economistas y sus trastiendas” o sus mejoras “De todos los colores”. Fue también miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Sin renunciar nunca a sus valores de libertad y su querencia hacia el socialismo democrático, este intelectual radicalmente independiente, contribuyó a la modernización de la economía y la sociedad españolas el régimen franquista, pasando por la transición, a la España democrática. Uno de sus alumnos más insignes fue Ernest Lluch.  “Su obra es fundamental para entender la historia económica y política de España de los signos XVIII, XIX y XX”, señala Mitadiel.

“No siempre se acierta cuando se elige el Aventino más apropiado, pero después de transcurrido un período razonable de aclimatación, me permito creer que he acertado”, escribió este catalán y hombre universal en la revista municipal “El Norte” que el Ayuntamiento de Villaquilambre publicó en 2005, en el que se definía como “un miembro de la Tercera Edad que está satisfecho de vivir en Villaquilambre” y en el que criticaba el poco aprecio por personajes como Javier de Burgos o Claudio Sánchez Albornoz, de cuya magnífica obra “León hace mil años” pedía una imprescindible reedición. También ofrecía una valiosa lección que el gobierno municipal no quiere olvidar: “He registrado en Villaquilambre el deseo de hacer cosas, de responder a los ideales de una juventud pujante que tan sólo desea comprensión y apoyo, justamente lo que debe ser, sin tasa, un Ayuntamiento”.

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